Un espiral, dos espirales, tres espirales, cuatro espirales, cinco espirales, seis espirales, siete espirales, ocho espirales, espirales, espirales, espiraaales.
Todos juntos bailando la danza loca de los espirales, en círculos concéntricos separados por más espirales que a su vez forman otros espirales, que son los hijos de los espirales grandes fotografiados por cámaras espirales que en su infinito espiral descendente nos transforman el tiempo en un simple espiral magnético de plata que no existe en los píxeles de la pantalla.
3 comentarios:
Semejante pedazo de flashero habías resultado ser.
Hablando de espirales....
¡¡¡TTGL!!!
Los persas responden por mí:
"La paciencia es un árbol de raíz amarga pero de frutos muy dulces."
Qué te hacés el persa, si sos mas entrerriano.
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