Kata ton daimona eaytoy.

lunes, junio 14

Fuegos, a vos.

• Entre la muerte y nosotros no hay, en ocasiones, sino la densidad de un único ser. Una vez desaparecido ese ser, ya no queda más que la muerte.


• Existe entre nosotros algo mejor que un amor: una complicidad.


• Cuando estas ausente, tu figura se dilata hasta el punto de llenar el universo. Pasas al estado fluido, que es el de los fantasmas. Cuando estas presentes, tu figura se condensa; alcanzas las concentraciones de los metales más pesados, del iridio, del mercurio. Muero de ese peso, cuando me cae en el corazón.


• En el avión, cerca de ti, ya no le tengo miedo al peligro. Uno solo muere cuando esta solo.


• Un corazón es tal vez algo sucio. Pertenece a las tablas de anatomía y al mostrador del carnicero. Yo prefiero tu cuerpo.


• Tus cabellos, tus manos, tu sonrisa recuerdan desde lejos a alguien que yo adoro. ¿Y a quien? A ti.


• ¿A donde huir? Tú llenas el mundo. No puedo huir más que en ti.


• Soporto tus defectos. Uno se resigna a los defectos de Dios. Soporto tu ausencia. Uno se resigna a la ausencia de Dios.


• Cuando lo pierdo todo, me queda Dios. Si pierdo a Dios, vuelvo a encontrarte. No se puede poseer al mismo tiempo la noche inmensa y el sol.


• Amar con los ojos cerrados es amar como un ciego. Amar con los ojos abiertos tal vez sea amar como un loco: es aceptarlo todo apasionadamente. Yo te amo como un loco.

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