Toda mi vida espere este momento. Dude mucho, creí que las posibilidades eran muy bajas. Me sentía mal por el hecho de ser muy chico para conocer y entender a Pink Floyd en 2007 y no haber intentado ir. Hoy, puedo decir que quizás este día sea determinante en mi vida. Roger Waters viene a mi país. Quizás este ahí, quizás no. Sea lo que sea que pase, me marcará. Ojala pueda llorar, por estar escuchando wish you were here y mirar adelante, encontrando a nada más y nada menos que a uno de los mejores músicos de la historia.
Todo esto sería el miércoles siete de marzo y el viernes nueve, en el estado de River Plate. Según el propio Waters, va a ser un show excepcional.
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